“POLÍTICA SOCIAL Y DESARROLLO COMUNITARIO EN EL ESTADO DE MICHOACÁN. UN ANÁLISIS DE LOS COMITES DE DESARROLLO COMUNITARIO (CODECOS) 2003-2007”

A partir de la crisis económica en América Latina de los años ochenta y la consecuente presión de los organismos internacionales como el: Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, la mayoría de los gobiernos se dieron a la tarea de implementar una serie de reformas estructurales dictadas por estos organismos, como parte de políticas económicas de corte neoliberal que marcarían un cambio en la forma de entender el papel del Estado. El compromiso del Estado se reflejo en: la reducción del gasto corriente, en un sólido programa de privatización, el cierre de compañías deficitarias manejadas por el estado, la renegociación de la deuda externa, la reforma del sistema financiero y la apertura comercial, todo como parte de un programa integral –que en México se conoció como el Pacto de Solidaridad Económica-. Con lo cual, el Estado transfirió muchas de sus atribuciones y responsabilidades a la iniciativa privada y en menor medida a los gobiernos locales, con el objeto de “descongestionar” la burocracia administrativa y ser más eficientes, acotando su responsabilidad pública en una oferta de asistencia, atención y servicios básicos para los pobres. La relación entre gobierno y sociedad se ha caracterizado por un vacío que se expresa en la desconexión que existe entre las diversas políticas y programas implementados por parte del gobierno reflejando así un desconocimiento de las realidades en donde se enmarcan dichas políticas, es decir, los objetivos y sus alcances no expresan las verdaderas necesidades de las personas sobre las que recaen. Este vació no alcanza a dar respuestas suficientes ante los cambios que se han experimentado a nivel mundial, sobre todo en términos de la participación ciudadana y la calidad de vida necesaria para alcanzar un desarrollo humano, por ello la búsqueda de soluciones se deben dar de manera alternativa al paradigma actual, ya que la teoría ortodoxa que sólo considera la inversión en capital o el impulso de alguno de los factores de producción no alcanza a dar las respuestas requeridas ya que se necesita tomar en cuenta también el desarrollo de las capacidades humanas, la sustentabilidad, la participación ciudadana, recursos endógenos, redes empresariales, capital social, entre otros, los cuales son conceptos claves al hablar de desarrollo